sábado, 14 de noviembre de 2009

¿Autoexaminarme?


Hay 3 cosas que aparecen recurrentemente en la Palabra, que todos los escritores del Nuevo Testamento hablaban de ellas en sus cartas, Pablo lo dice en cada una de sus cartas, ¿cuales son estas tres cosas?

1. El Evangelio, 2. Los falsos profetas, 3. El autoexaminarte a la luz de la Palabra.

¿Autoconfrontación? ¿No es otra manera de decir "autocondenación"? ¿Acaso no es contraproducente a una vida llena de satisfacciones? En lugar de confrontarme ¿no debería estimularme? ¿No debería evitar hacer cosas que bajarán mi autoestima o autoimagen? ¿No tengo que aprender a amarme antes de poder amar a los demás? ¿Acaso no tengo que saber perdonarme antes de que pueda tener verdadera paz y gozo?

Preguntas como estas reflejan el hecho de que mucha gente esta siguiendo la falsa enseñanza que ha estado presente desde el principio del tiempo pero que está logrando una popularidad sin precedentes en la Iglesia de hoy.

Es la "doctrina" de la autoexaltación y de la autogratificaciòn. Esta preocupación con el yo esta basada en una mala comprensión de la relación personal con Dios; no es bíblica, e inhibe el crecimiento espiritual.

La autoexaltación y la autogratificación siempre han tenido consecuencias devastadoras. Este enfoque en sí mismo fue la base de la caída de Satanás (Isaías 14:13-14) y motivó la primera tentación en la tierra (Génesis 3:1-6). Cuando Satanás trató sin éxito de tentar al Señor Jesucristo, su enfoque estuvo en la autoexaltación y en la autogratificación (lucas 4:2-12).

La autoexaltación y autogratificación llegan al colmo cuando en los últimos días, como lo predice la Escritura, los hombres son amadores de sí mismos (2timoteo 3:1-2).

En vez de agradar o exaltarte a ti mismo, la Escritura dice que te examines (o confrontes) y humilles (Mateo 23:12, 1 Corintios 11:31). Debes hacer esto porque tu corazón es engañoso, desesperadamente malvado, y más alla de la total comprensión(Jeremías 17:9).

El primer paso en la autoconfrontación es darte cuenta de tu propia condición pecaminosa y perdida delante de Dios (salmo 14:1-3; Romanos 3:10-12) y el segundo, volverte a Dios como tu única esperanza de salvación eterna (Romanos 6:23).

Según la gracia divina, Dios otorga la salvación por la fe como un regalo gratuito, no po algo bueno en ti ni por alguna buena obra que podrías hacer para merecer Su amor y Su favor (Efesios 2:8-9; Tito 3:5-7).

La autoconfrontación debe continuar a través de tu andar cristiano para evitar la hipocresía de juzgar las faltas de otros sin antes examinar primero tu propia vida de una manera bíblica (Mateo 7:1-5).

¿por que no comenzamos a autoexaminarnos como dice la Palabra?

lectura sacada del blog de mi amigo f. garcía.

1 comentario:

  1. la reflexión es muy buena, por eso Pablo dice a los corintios en su segunda carta "examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe..." (13.5) Creo que este autoexamen debería ser diario.

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